Soy valiente, soy único: programas para niños en Ecuador que transforman vidas

Hay días que se quedan guardados en el corazón. Días donde todo parece alinearse para recordarnos lo más esencial: que cada ser humano en especial cada niño y niña tiene dentro de sí una chispa única, un brillo que merece ser reconocido y valorado.

Así fue el pasado viernes 18 de julio, cuando, en el marco del programa “Todos los niños merecen soñar” de Hearts of Gold, realizamos un taller muy especial facilitado con amor y sensibilidad por la psicóloga clínica Gabriela Solano. Bajo el título “Soy valiente, soy único”, se diseñó un espacio donde la infancia pudo florecer con total libertad, sin juicios, con respeto y alegría.

Este taller tuvo como objetivo fomentar una autoestima positiva, fortalecer la confianza, y ofrecer herramientas emocionales a través del arte, el juego y la palabra. Todo sucedió en un ambiente seguro, lúdico y profundamente humano.

Desde el inicio, la emoción era palpable. Los niños y niñas llegaron curiosos, algunos con timidez, pero todos con algo en común: el deseo de ser parte de algo bonito. Y así comenzó el viaje.

Actividades que fortalecen la autoestima en programas para niños en Ecuador

“Pasaporte al brillo”

Rompimos el hielo con una actividad que les invitaba a escribir en su propio “pasaporte” la frase: “Soy especial porque…”. Verlos pensar, escribir, sonreír y luego compartir fue conmovedor. Cada respuesta era un destello de sinceridad.

 “La mochila invisible”

Con los ojos cerrados, los niños imaginaron que llevaban una mochila mágica, invisible, llena de talentos, cualidades y sueños. Luego la dibujaron, decorándola con crayones y marcadores. Algunos colocaron “mi sueño es ser doctora”, otros escribieron “soy bueno ayudando a mis amigos”.

“Mi corona de cualidades”

Papel, tijeras y mucho color dieron forma a coronas personalizadas. Cada niño escribió cualidades como valiente, buen amigo, creativo, alegre, y al colocarse su corona, no hubo quien no sonriera con orgullo.

“Mi escudo de poder personal”

Esta fue una de las actividades más íntimas. Dibujaron sus escudos divididos en cuatro: lo que les hace felices, en lo que son buenos, lo que desean mejorar y quién los inspira. Compartir sus respuestas generó empatía, identificación y unión.

“La red de los talentos”

Con un ovillo de lana, creamos una red donde cada hilo representaba una cualidad reconocida en otro. “Eres divertido”, “Eres inteligente”, “Me gusta cómo compartes” … Las palabras se volvieron puentes, y al final, una red visible unía a todos en un abrazo colectivo de admiración mutua.

“La estrella que soy”

Para cerrar, cada niño escribió en una estrella de papel una afirmación positiva sobre sí mismo. Luego, unimos todas las estrellas formando una constelación simbólica: la constelación del taller.

Una infancia que se reconoce, florece

Cada actividad fue pensada desde el cuidado emocional y el respeto por las diferencias. Y lo más bonito es que los niños lo sintieron. Lo vivieron. Se miraron a sí mismos con ternura, y también aprendieron a mirar con respeto y admiración a quienes los rodean.

Y como en toda experiencia que deja huella, cerramos compartiendo una rica pizza entre todos. Entre risas, juegos y bocados, sellamos el recuerdo de una jornada que, sin duda, quedará grabada en sus corazones.

Desde Hearts of Gold queremos destacar a los verdaderos protagonistas de este día: los niños y niñas que, con sus palabras, gestos y sonrisas, nos recordaron lo poderosos que pueden ser cuando se sienten vistos y valorados. Agradecemos profundamente a las instituciones aliadas, donantes y personas que creen en esta misión y hacen posible que sigamos creando espacios seguros, amorosos y transformadores para la infancia. Porque cuando un niño se reconoce, florece… y con él, florece toda la comunidad.

Este taller forma parte de los programas para niños en Ecuador que impulsa Hearts of Gold, con el objetivo de acompañar a la infancia desde el amor, la creatividad y el fortalecimiento de su autoestima.

Tú también puedes hacer que un niño brille

Con tu apoyo, podemos seguir creando espacios donde cada niño y niña se sienta valioso, amado y capaz de soñar.

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Porque todos los niños merecen soñar… y tú puedes ayudar a que ese sueño se haga realidad.